El mundo está sufriendo importantes transformaciones, no podemos hablar de un planeta bipolar constituido por un Norte y un Sur planos y homogéneos. Hay muchos nortes en los que se están generando importantes bolsas de pobreza, y muchas economías emergentes en el Sur que están haciendo posible nuevas formas de cooperación internacional Sur-Sur. Por lo tanto, la ciudadanía en general y las ONG debemos adaptarnos a este nuevo escenario y construir una nueva narrativa, donde insistamos más en la responsabilidad compartida y en la idea de que la cooperación no es algo efímero que terminará cuando se acabe con la pobreza, sino que perdurará mientras existan las asimetrías que genera el propio sistema.